He aquí una obviedad: Londres no tiene mar. He aquí una curiosidad: Londres tiene puerto.
La capital queda algo lejos de la playa más abierta que hay al este, unos 130km hasta Margate Beach, pero tiene un río por el que navegan lanchas, yates, navíos y hasta cruceros.

El río Támesis, Thames para los puristas, es largo, ancho y caudaloso. Para ser exactos, tiene una longitud total de 346km, una anchura de unos 300m y el caudal supera los 65m³/s.
Con estos datos, es normal que el río sea capaz de acoger varios puertos: uno comercial que se extiende desde Londres hasta el Mar del Norte, uno deportivo y otros para casas-barcaza.
Sin menospreciar el comercial y su importancia para la economía del país o los destinados a acoger el modelo de vida live on boat (vivir en un barco), hoy me centraré en el puerto deportivo. St Katharine Docks es uno de los rincones más especiales y secretos de Londres.

Desde el aire, se ve que este dock (muelle) destinado a las embarcaciones de lujo se encuentra en mitad de la bulliciosa zona del Tower Bridge, de las más turísticas, pero su desconocimiento lo convierte en un oasis para el londinense o el viajero que busca pasear con el ruido del agua de fondo, sin tropezar con la gente ni preocuparse por el tráfico.
Tres visitas a Londres me costó descubrirlo a mí, que tras recorrer el famoso puente y cruzar a una y a otra orilla, decidí desviar mi camino y evitar la dirección que seguían todos los visitantes.

St Katharine Docks fue una de las dársenas portuarias más importantes de Londres en el siglo XIX y se especializó en la mercancía de lana, caucho y azúcar. En la actualidad, se han cambiado los almacenes por las viviendas de lujo, ya sean bloques de piso o unifamiliares, los restaurantes y los pubs.
Todos los turistas que descubren este rincón están de acuerdo en que es increíble encontrar un lugar tan tranquilo cerca del Tower Bridge y el centro financiero. Es perfecto para descansar después de visitar la prisión Tower of London, comer en uno de sus locales con amplia variedad de carta y pasear por las calles de las primeras casas de la zona. Incluso puedes hacer instantáneas poco usuales como una a la fuente de la mujer con el delfín.

Para llegar a St Katharine Docks puedes hacerlo de diferentes formas. Como siempre, todas están señaladas en el mapa.
Metro: La estación más cercana es Tower Hill, de las líneas Circle (amarilla) y District (verde). Hay un paso peatonal subterráneo a la salida que lleva al London Wall, el muro de Tower of London, evitando la carretera.
DLR: El Docklands Ligth Railway obviamente llega a este dock. La parada más cercana es Tower Gateway. No tiene paso subterráneo pero puedes utilizar el del metro después de cruzar el primer paso de peatones.
Tanto en metro o DLR, si vas junto al London Wall encontrarás otro paso peatonal subterráneo que te ahorra cruzar la carretera del puente de la torre; solo has de seguir la ruta resaltada en el mapa hasta St Katharine Docks.
Bus: Al principio del Tower Bridge está la parada Tower of London donde te dejan los buses de las líneas 42, 78 y RV1. Recuerda que, según el sentido de la marcha que lleves, tendrás que bajar en la parada TH o TL. Hay escaleras que comunican la acera del puente con el muelle.
Por el agua: En esta zona portuaria se encuentra el embarcadero de St Katharine’s Pier. Lo utilizan los cruceros de las compañías de Thames River Services y Crown River Cruises (línea Circular Cruise Westminster).