Oh là là!
Regresamos a París, a la Ciudad del Amor y de la Luz… Y precisamente de eso va la entrada de hoy. Porque la famosa capital no es solo luz por su cultura, sus artes o las miles de bombillas de la Torre Eiffel. También es luz de día, sobre todo cuando el sol da de lleno en las ventanas y vidrieras de sus iglesias. Y la entrada de hoy tiene mucha luz.
Te presento la Sainte-Chapelle.

Fuera de los ojos de los curiosos, si no es por la señalización poca gente se daría cuenta de su existencia, esta bonita capilla se encuentra en la Île de la Cité, a pocos metros de Notre-Dame. No es tan famosa como la catedral en la que vivía el jorobado Quasimodo pero es un rincón de París que debes visitar en tu viaje y además está inscrita en el Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Conocida como la Capilla Real de la Île de la Cité y construida en el siglo XIII, se trata de una maravilla de la arquitectura gótica que en un principio fue destinada para albergar las reliquias del rey Saint-Louis. Tesoros de la Pasión de Cristo como la corona de espinas y un pedazo de la Santa Cruz, que convirtieron la capilla en un enorme relicario. Por desgracia estas reliquias no continúan ahí sino que se trasladaron a la Catedral de Notre-Dame.
El templo se dividió en dos capillas: la inferior, para el pueblo, y la superior, para la Corte del rey.

Al estar destinada para la gente común y al servicio del monarca, la capilla baja es modesta, aunque rica en detalles, y recuerda al estilo medieval de la época. Al fondo, cruzando primero la zona de venta de souvenirs y audioguías, encuentras la estatua de la Virgen, patrona del santuario y un fresco de la Anunciación del siglo XIII, el mural más antiguo de París.
Cuando estés en la capilla inferior, observa el techo y su infinidad de columnas porque admirarás su trabajo al llegar a la siguiente planta. Una curiosidad, las columnas azules están decoradas con flores de lis, símbolo de los monarcas francesas, y las columnas rojas tienen castillos dorados, símbolo de Castilla, por ser el rey Louis IX hijo de Blanca de Castilla.

Las delgadas pero múltiples columnas de la planta inferior sujetan la impresionante capilla alta, con más de 15 metros de altura y 600m² de vidrieras.

Como mandaba la arquitectura gótica, predomina el vano sobre el muro y las paredes de esta capilla fueron suprimidas prácticamente por 15 vitrales que dejan pasar la luz y representan pasajes de la Biblia desde El Génesis hasta La Pasión. En total, 1.113 escenas de las cuales dos tercios son auténticas. Otra curiosidad, en una de las vidrieras se puede ver al propio Louis IX portando la corona de espinas.
Al fondo de la nave está el altar elevado donde descansaban las reliquias de la Pasión pero fue desmantelado durante la Revolución Francesa y los objetos se llevaron a Notre-Dame.
Por último, el rosetón de la entrada tiene 9 metros de diámetro y contiene escenas del Apocalipsis.
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Con fechas de 2016, de marzo a junio está abierto desde las 09:30 hasta las 18:00 de lunes a domingo; entre julio y agosto, los miércoles se cierra a las 21:30 y de noviembre a diciembre la capilla está abierta hasta las 17:00.
Los precios: la entrada para adultos es de 8’50€ y la reducida de 6’5€. Para los menores de 18 años, ciudadanos de la Unión Europea de entre 18 y 25 años y las personas con discapacidad la entrada es gratuita. También puedes conseguir el billete combinado Sainte-Chapelle + La Conciergerie por 13’50€.
Para llegar hasta la Sainte-Chapelle puedes ir a pie desde Notre-Dame, coger el metro, el tren de cercanías o el autobús. Como siempre, todo está señalado en el mapa.
A pie: La Catedral de Notre-Dame es el lugar turístico más importante de la isla así que lo mejor es ver la capilla tras su visita. Cruza la plaza de la entrada y dirígete a la Rue de la Cité; después gira de nuevo a la izquierda hacia la Rue de Lutèce. De frente, en el Boulevard du Palais, te encontrarás con el Palacio de Justicia de París, a la derecha está La Conciergerie y a la izquierda la entrada a la Sainte-Chapelle y al propio Palacio.
Metro: La estación más cercana es Cité, de la línea 4 (magenta). La salida está en la Place Louis Lépine, en Rue de Lutèce.
Bus: En el mismo Boulevard du Palais está la parada Cité – Palais de Justice donde te dejan los buses de las líneas 21, 38, 85 y 96.
RER (tren de cercanías): La estación Saint Michel – Notre-Dame está frente a la Île de la Cité, en la zona sur, y opera con las líneas B (azul) y C (amarilla). Solo cruza el Pont Saint Michel para llegar al Boulevard du Palais.