La Constitución de Portugal garantiza la libertad e igualdad religiosa de sus habitantes pero, con un 81% de población católica, es lógico que esta religión sea la dominante en el país y que cuente con algún que otro privilegio. Iglesias, santuarios y símbolos católicos se reparten por toda la geografía nacional y muchos tienen un encanto especial.
Es el caso del Santuário Nacional de Cristo-Rei.

Situado en Almada, dentro del área metropolitana de Lisboa, este santuario está dedicado al Sagrado Corazón de Jesús y se levanta imponente a 113 metros de altura sobre el Río Tajo. Es normal que la estatua que corona el conjunto te recuerde a otra muy famosa que hay en Brasil, están relacionadas.
En 1934, el Cardenal de Lisboa viajó a Río de Janeiro y quedó impresionado con el colosal Cristo Redentor que hay sobre el Cerro de Corcovado, así que a su vuelta pidió fondos para esculpir algo parecido en Lisboa. El proyecto se aprobó tres años después y, con el apoyo económico de la población, se pudo inaugurar el 17 de mayo de 1959.

Esta estatua, llamada Cristo-Rei de Lisboa para diferenciarla de la brasileña, se erige sobre un pedestal realizado por António Lino, tiene 82 metros de alto y simula un pórtico abierto compuesto por cuatro pilares, como referencia a los puntos cardinales. Por su parte, la escultura, realizada por Francisco Franco de Sousa, mide 28 metros. En general, el conjunto entero es uno de los más altos de Portugal, rivalizando con importantes edificios.
Además, la obra simboliza la paz y el agradecimiento a Dios por haber mantenido a Portugal fuera de la participación de la Segunda Guerra Mundial ya que en el inicio del conflicto, los obispos portugueses se reunieron en Fátima y pidieron a Dios que Portugal no participara. Divinidad mediante o no, el Primer Ministro y dictador, António de Oliveira Salazar, decidió que el país se mantuviera neutral en la guerra.
Pero hay vida más allá del impresionante Cristo de brazos abiertos, aquí tienes algunas opciones que encontrarás en tu visita.
En el interior de uno de los pilares del pedestal se encuentra la capilla de Nossa Senhora da Paz, cuya estatua de la Virgen es una réplica exacta de la ofrecida a la Iglesia de San Eugenio en Roma, en 1950. También se conoce como Capela do Santíssimo Sacramento, ya que se ha reservado un altar en la misma capilla dedicado al Cuerpo de Cristo. Aquí se pueden ver pinturas al óleo sobre el Apocalipsis de San Juan, la Hora Santa, la Agonía de Jesús en el Huerto y las revelaciones de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque.

Fuera del Cristo, frente a la bella panorámica de Lisboa, se encuentra la Cruz Alta. Se trajo en 2007 desde el Santuario de Fátima aunque sus orígenes se remontan a 1951, cuando se retiró de la Cova da Iria para dar paso a la edificación de la Basílica de la Santísima Trinidad, en Fátima. Este símbolo representa el hermanamiento entre los dos santuarios y tiene más de 20 metros de altura.

Además, en el mismo paseo, hay otras 14 cruces que representan las estaciones del Viacrucis. En cada escultura se encuentra un texto del Evangelio, una meditación y una oración.

Además podrás encontrar la Capela dos Confidentes de Jesus, dedicada a los confidentes del Sagrado Corazón de Jesús; una sala sobre el Papa Beato Juan XXIII, ya que este Papa donó al santuario un caliz que le había entregado el Santuario de Fátima y el Edificio de Acogimiento, que da la bienvenida a los visitantes antes de llegar al santuario. Este edificio tiene una capacidad para acoger a 76 peregrinos y consta de una sala polivalente, cuatro cafeterías, salas de conferencias y una tienda para comprar artículos religiosos.
Ya sabes, si no tienes dinero para el billete o más de dos horas de avión se te hacen eternas, no hace falta que viajes hasta Brasil para ver una estatua del Cristo Redentor.
O puedes ir a los dos sitios y comparar.
¡Y no te olvides de disfrutar de las vistas!

Con fechas de 2016, el horario: el monumento y el albergue se abren todos los meses a las 09:30h pero en invierno se cierra a las 18:15h y en verano a las 19:00h.
Los precios, la entrada al santuario es gratuita. Pero si quieres montar en el ascensor que te sube hasta los pies del Cristo, tienes que pagar cerca de 4€ y encontrarás un mirador que ofrece unas vistas espectaculares del Río Tajo y la costa de Lisboa. Es una visita recomendable pero tus fotos al horizonte y al icónico puente 25 de Abril saldrán con los barrotes de seguridad del mirador; si quieres panorámicas limpias, es mejor hacer las fotos desde el mirador que hay a pie de suelo.
Para llegar hasta el Santuário Nacional de Cristo-Rei lo mejor es ir en barco desde Lisboa, cruzando el Tajo desde la estación fluvial de Cais do Sodré (estación de metro Cais do Sodré, línea verde). La empresa es Transtejo y la ruta que tienes que escoger es Cais do Sodré – Cacilhas, cuyo billete simple vale 1’20€ y la frecuencia de barcos es muy elevada. Aquí tienes la tabla de horarios y aquí la de precios.
Una vez en Cacilhas, nada más salir de la estación fluvial verás las paradas de buses a la izquierda. Coge el autobús 101 (hacia Almada-Cristo Rei) de la compañía Transportes Sul do Tejo (TST), que pasan cada 30 minutos aprox. y el viaje dura unos 20 minutos. El ticket se compra directamente pagando al conductor.