Como pasa con Inglaterra, las perlas de Francia no solo están en su capital. Francia es un país con mucha historia y arte, con rincones especiales en cada ciudad o pueblo y comunas que parecen sacadas de cuentos de hadas.
Una de ellas es Colmar.

Situada en el área administrativa del Alto-Rin, dentro de la región de Alsacia y muy cerca de Alemania, esta comuna es famosa por ser objeto de fotografía en cada cuenta de Instagram dedicada a rincones bonitos. Y no es para menos.
Colmar es una ciudad antigua que presume de saber conservar muy bien su centro histórico y albergar edificios de diferentes estilos, como el gótico alemán o el primer Renacimiento. Se dice de ella que es “la más alsaciana de las ciudades de Alsacia“, debido al encanto que tiene.

Sin embargo, lejos de las iglesias o edificios que también merecen ser destacados, el protagonista de hoy es su casco antiguo: ‘La Pequeña Venecia’. Diferentes canales de los ríos Lauch y III (afluentes del Rin) cruzan el centro y rodean las casas de siglos pasados y fachadas de colores con vigas de madera; además, existen diferentes puentes desde los que ver ambas orillas de los canales, como el Puente de los Cisnes, situado en la Rue de Turenne y fotografiado por la mayoría de los turistas. Como recomendación, recorrerlo en barca debería de ser algo obligado en tu visita a Colmar: el paseo es una postal continua.

Un dato curioso es que Colmar es conocida como ‘La ciudad de la Estatua de la Libertad’ y es que aquí nació el creador de la emblemática estatua, Frédéric Auguste Bartholdi. Como recuerdo, existe una réplica de 12 metros al norte de la comuna, más grande incluso que la que hay en París.

Además, Alsacia es una región famosa por sus viñedos y Colmar rinde homenaje a esta dedicación vinícola cada agosto, cuando se celebra la Feria de los Vinos de Alsacia. En 2016, tiene lugar del 5 al 15 de agosto en el Parque de Exposiciones de Colmar (Avenue de la Foire aux Vins). Sin embargo, en este mes es precisamente cuando más turistas recibe la localidad así que no es aconsejable visitarla si se busca calma, aunque no es difícil encontrar callejones y zonas menos abarrotadas.
Para llegar hasta Colmar tienes diferentes opciones, aunque la mejor es el avión. El aeropuerto más cercano es el de Basilea-Mulhouse-Friburgo, llamado así porque lo utilizan tres países distintos (Suiza, Francia y Alemania). Está a unos 60 km de Colmar y es operativo con compañías como EasyJet desde Alicante, Barcelona, Madrid, Málaga, Baleares y Canarias.
Una vez que estés en este euroaeropuerto, puedes viajar a Colmar en autobús, tren, taxi o coche de alquiler.
Autobús: La compañía FlixBus ofrece viajes directos desde el aeropuerto a Colmar, por 19’50€. El trayecto dura 45 minutos y te deja en la estación de autobuses Gare de Colmar.
Tren: La compañía de autobuses Distribus organiza viajes desde el aeropuerto a la estación de trenes de St Louis (Francia). El bus es el de la línea 11 y el trayecto dura 10 minutos; te costará menos de 3 euros de acuerdo con el plan de 2016. Desde Saint Louis, salen trenes de French Railways (SNCF) y llegan hasta la estación Gare de Colmar en poco más de media hora. A la hora de reservar, en origen escribe SAINT LOUIS, aunque no aparezcan resultados, la búsqueda se realizará correctamente.
La opción de utilizar el taxi es la más rápida pero la más cara, el viaje de 35 minutos te saldrá por 100 euros, pero puedes coger el taxi directamente en la parada del aeropuerto.
Desde la estación Gare de Colmar, el paseo hasta la Petite Venise es muy sencillo y no te llevará más de 15 minutos. En el mapa tienes señalado el camino hasta el centro del casco antiguo y la compañía que alquila las barcas para pasear por el río.